Los NIH Sostienen Esta Industria de Sufrimiento Animal con Miles de Millones Provenientes de Impuestos
Capturan, crían y venden monos sensibles a laboratorios para experimentación. Operan en la oscuridad, muchas de ellas financiadas por el Gobierno.
Estas son las empresas que venden monos a los laboratorios. Venden tristeza y el sufrimiento es su moneda. Estas distribuidoras de monos son las “Diez Terribles”, empresas dedicadas al negocio de la cría, el confinamiento y la venta de seres sensibles y sintientes, para tener vidas plagadas de dolor, terror, tormento y muerte temprana en laboratorios de todo el mundo. El sufrimiento es la base de su modelo de negocio. Se benefician del dolor y mercantilizan el tormento. En conjunto, son la mano que alimenta la experimentación animal en todo el mundo.
Estas empresas tienen una política engañosa: comercian, fusionan y liquidan instalaciones, pero son esencialmente el mismo elenco de personajes sucios involucrados en el tráfico de animales. El Gobierno de EE. UU. elige hacer negocios con muchas de ellas.
Y el negocio está en auge. Desde 2008, estas 10 empresas han recaudado al menos $703 millones solo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Así usan tus impuestos. Para ponerte en contexto, esos mismos $703 millones podrían pagar la deuda estudiantil total de 17.865 personas.
Estas perversas empresas están acostumbradas a un alto nivel de anonimato, lo que les permite realizar sus negocios sucios principalmente a oscuras, escondidos y lejos del escrutinio público. Nuestro Gobierno permite esto, comprándoles monos para sus propios experimentos.
Pero PETA está poniendo al descubierto a estos 10 distribuidores de monos que comercian con el dolor para que el mundo sepa quiénes son y cómo ganan su dinero.
1. Worldwide Primates
Worldwide Primates es uno de los mayores importadores de monos para experimentación y pruebas en EE. UU. Solo en 2014, importó más de 2.000 monos de China, Mauricio (país insular en el Océano Índico) y San Cristóbal y Nieves (país insular en el Mar Caribe), para ser vendidos para experimentos. La compañía provee a laboratorios de todo el mundo, incluyendo los de MPI Research en Michigan y los de los NIH, que le han pagado $12.758.175 desde 2014.
Matthew Block, fundador de la compañía, fue arrestado en 2018 después de que el FBI descubriera que él mismo se había enviado una carta de amenazas en un sobre que contenía polvo blanco y trató de inculpar a un grupo de derechos de los animales. También es un contrabandista de animales convicto y en 1993 fue arrestado por una operación vinculada a la KGB para contrabandear orangutanes a Moscú. Es tan infame que la primatóloga de renombre mundial, Jane Goodall, le escribió al juez solicitando un duro castigo para Block. Fue sentenciado a 13 meses en una prisión federal.
2. Envigo
Envigo tiene una enorme instalación en Alice, Texas, a la que llegan monos importados que luego son criados, confinados y vendidos a los laboratorios. La compañía les ha robado a los contribuyentes más de $89 millones en contratos con los NIH desde 2008. Ha suministrado monos a la Universidad de Washington en St. Louis, a la Universidad de Rochester, al Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane, a la Escuela de Medicina Albert Einstein y al Centro Nacional de Investigación de Primates de Washington. En 2021, Envigo obtuvo contratos por $23,3 millones de agencias federales, sobre todo de los NIH y principalmente por la compra de monos o el uso de monos en experimentos. También cría y vende ratones, ratas, conejos, cobayos y hámsteres y opera una enorme instalación de cría de beagles en Cumberland, Virginia.
3. Primate Products, Inc.
Solo en 2014, Primate Products, Inc. (PPI) importó 1.000 monos de África y Asia, de los cuales el 63% fueron capturados en la naturaleza. La empresa también cría macacos Rhesus y macacos cangrejeros. Tenía 2.649 monos en 2019 y los NIH le pagaron $4.650.086,56 entre 2010 y 2019.
Una investigación encubierta de PETA durante ocho meses en PPI en 2014 y 2015 documentó negligencia sistémica y violenta manipulación de monos. A los primates enfermos y heridos se les negó asistencia veterinaria adecuada y se les obligó a vivir en condiciones insalubres, desoladoras y peligrosas, y los trabajadores no protegían a los animales que habían sido atacados por compañeros de jaula agresivos, que les dejaron huesos expuestos, heridas por mordeduras y pérdida de pelo. Después de que PETA compartiera su documentación con el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), un equipo de seis inspectores de la agencia realizó una inspección de tres días en PPI y citó a la instalación por al menos 25 violaciones de los reglamentos federales de bienestar animal. Cuando presentamos ante Florida una solicitud de registros públicos para los certificados veterinarios de los monos vendidos o sacados de la instalación, PPI demandó al estado para evitar la publicación de los documentos.
4. Charles River Laboratories
Charles River Laboratories es el mayor criador mundial de animales para usar en experimentos. Suministra aproximadamente el 50% de todos los animales usados en los laboratorios a nivel mundial. Una operación tan grande viene con un gran flujo de ingresos. Desde 2008, la compañía ha estafado a los contribuyentes estadounidenses por más de 500 millones de dólares ($594.849.339,20, para ser exactos) a través de contratos con los NIH.
La compañía es una de las mayores importadoras de monos vivos de China y Mauricio. Apoya y financia el cruel comercio internacional de primates, en el que monos bebés son capturados en la naturaleza y apartados de sus familias y las monas son usadas como máquinas reproductoras en las miserables granjas industriales de monos. Según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU., importa anualmente varios miles de monos para experimentación.
La compañía ha sido citada y multada por el Gobierno varias veces por el sufrimiento intenso y la muerte de animales, incluyendo un incidente en el que 32 monos fueron horneados vivos cuando un termostato se averió. En otro incidente, un mono murió escaldado cuando una jaula pasó a través de una lavadora de jaulas a altas temperaturas. Las autoridades federales multaron a Charles River con $10.000 por el primer incidente y $4.500 por el segundo.
5. Alpha Genesis
Alpha Genesis es otro peso pesado en el mundo de los vendedores de dolor, con $65.616.994,20 en contratos con los NIH desde 2010. Parte de ese dinero se usó para adquirir monos condenados a ser atormentados en el laboratorio gubernamental de terror de primates de Elisabeth Murray. La compañía suministra miles de primates no humanos anualmente, según su informe de febrero de 2020. Su lista de clientes también incluye a la Universidad de Columbia.
Incluso entre estas 10 Terribles, Alpha Genesis es un torturador destacado, con un historial marcado por escapes de monos y muertes horribles, producto de la negligencia y la incompetencia. Solo en 2014, se escaparon 27 monos de la instalación. En un incidente se escaparon dos monas. Una fue capturada, pero la otra sufrió ruptura de órganos internos después de que le dispararan con una pistola de dardos. Y tras desconectarse el suministro de agua a las jaulas durante una semana, un mono murió de sed y otros cuatro fueron tratados por deshidratación. Un mono murió congelado tras ser dejado en una jaula a la intemperie una noche de enero en que la temperatura bajó a 9 grados. Otros tres monos también murieron ese mes a causa del frío. Y una mona joven fue asesinada cuando fue enjaulada junto con monos más agresivos.
En 2017, la compañía recibió una multa de $12.600 por parte del USDA por numerosas violaciones a la Ley federal de Bienestar Animal (AWA).
6. Orient Bio, Inc.
Orient Bio, Inc., con sede en Corea, es otra empresa que se dedica al sucio negocio de la cría y venta de animales a laboratorios, incluyendo ratones, ratas, conejos, cobayos y hámsteres. En Estados Unidos, opera una enorme instalación de cría de monos en Alice, Texas, que importa, confina, cría y vende monos a laboratorios de todo el país. A principios de año, Gary Tucker, vicepresidente de Orient Bio, fue condenado por mentir a los agentes federales del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. durante una investigación sobre posible tráfico ilegal de monos.
Con el nombre previo de SNBL USA, Orient Bio recibió $606.910 por contratos federales de 2011 a 2015, a pesar de que frecuentemente infringió las leyes federales de bienestar animal. En el otoño de 2016, el USDA sancionó a SNBL con una demanda administrativa por decenas de violaciones a la AWA documentadas entre 2011 y 2016, que les causaron un sufrimiento terrible y la muerte a muchos animales. Veinticinco monos murieron por deshidratación después de que se les negara atención veterinaria cuando llegaron a Houston desde Camboya y luego recorrieran cientos de millas en camiones; un mono bebé murió por traumatismos e hipotermia luego de quedar atrapado mientras intentaba escapar a través de una cerca.
El USDA resolvió la demanda administrativa contra SNBL con un acuerdo por $185.000, una cantidad significativa para la agencia, pero insignificante para el gran explotador internacional de animales. Justo un día antes de que se anunciara el monto del acuerdo, la compañía fue citada por más violaciones que incluían golpear a monos enjaulados, la muerte de un mono por estrangulación y la muerte de una mona bebé que había sido sacada de su jaula y luego devuelta a la madre equivocada.
7. PreLabs
PreLabs suministra monos criados para tal fin, así como especímenes biológicos, a través de sitios de distribución regionalizados. La compañía también tiene un sitio de 50 acres donde experimenta con monos. PreLabs vende monos a la Universidad de Columbia, al Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, a la Universidad de Washington, a la Universidad de Rochester, al Northern Biomedical Research y a la Universidad de Nueva York. Hizo contratos con los NIH entre 2016 y 2019, obteniendo $303.195.
En 2019 y 2020, la empresa vendió cientos de monos para usar en experimentación. El laboratorio de investigación del Hospital de Niños de Filadelfia y la organización de investigaciones por contrato BIOQUAL (antes SEMA) en Rockville, Maryland, eran clientes importantes.
8. Covance
Covance, una contratista, encierra miles de monos en sus laboratorios y prueba de todo en ellos, desde medicamentos hasta productos químicos industriales para sus clientes. Históricamente, fue el mayor importador de primates no humanos en EE. UU., hasta que Envigo (arriba) adquirió la rama de la compañía que importa, cría y vende animales para usar en experimentación.
Entre los clientes de Covance se encuentran el Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane, el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, MRIGlobal, MPI Research y los NIH, los cuales le han dado a Covance $8.366.307,91 desde 2008.
La compañía tiene una lista enorme de violaciones al bienestar animal. En 2016, por ejemplo, el USDA la multó con $31.500 después de que 13 macacos murieran de hipertermia en dos incidentes distintos en los que nadie notó el mal funcionamiento de termostatos, que hizo que los cuartos se calentaran demasiado. Durante casi un año, un testigo de PETA trabajó en un laboratorio propiedad de Covance, donde los trabajadores golpeaban, asfixiaban y gritaban a los monos aterrorizados. Arrojaban a los primates dentro de las jaulas y los rociaban con mangueras de presión. La empresa fue multada con $8.720.
Hazelton Laboratories, como antes se conocía a Covance, fue responsable de tres envíos de monos infectados con ébola, provocando un brote de ébola sin precedentes en Reston, Virginia, una zona residencial de Washington, DC, después de que decenas de macacos murieran repentinamente y cuatro trabajadores resultaran infectados con una cepa de Ébola que no había sido descubierta. Hazelton se cambió el nombre a Covance después del escándalo.
9. Mannheimer Foundation
Mannheimer Foundation, que gana 7 millones de dólares en ventas anuales, es uno de los pocos vendedores de dolor que no hace negocios con agencias federales, sino que se centra en laboratorios y universidades privados. Sus clientes incluyen el Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, la Universidad de Nueva York, la Universidad de Rochester, la Universidad de Pittsburgh, la Universidad de Stanford, la Universidad de Tulane, la Universidad de Columbia, el Hospital General de Massachusetts, la Universidad de Minnesota, Merck, el Centro de Investigación New Iberia y Altasciences.
La fundación, que ha sido citada por numerosas violaciones de la AWA, fue fundada por Hans Mannheimer, un inventor que tenía una gran colección de chimpancés y monos. Poco antes de morir, trasladó a sus animales a Homestead, Florida. Tras su muerte en 1973, dejó su fortuna a un fideicomiso para financiar la fundación. Los fideicomisarios cambiaron rápida y dramáticamente el enfoque de la fundación, y hoy opera dos instalaciones en Florida donde aproximadamente 4.000 monos y varios cientos de babuinos son criados para experimentación.
En 2017, Kelly Hopper, exveterinaria de Mannheimer, dijo en una demanda federal entablada por informantes que la fundación había afirmado que miembros de su personal médico, incluyendo la esposa del director ejecutivo, eran veterinarios con licencia cuando no lo eran y luego usaban esa desinformación para obtener subsidios federales lucrativos.
Durante el huracán Andrew en 1992, 1.500 monos y babuinos se escaparon de sus instalaciones. Más monos se escaparon de nuevo en 2015.
10. Barton's West End Farms
Barton’s West End Farms tampoco le vende al gobierno, vende directamente a corporaciones y universidades, incluyendo algunos de los mismos clientes de Mannheimer Fundation: la Universidad de Columbia, el Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, el Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane, la Universidad de Washington, la Universidad de Rochester, Northern Biomedical Research y la Universidad de Nueva York.
Además de vender monos y babuinos, Barton’s gana dinero vendiendo una variedad de animales a laboratorios, entre ellos cabras, ovejas, cerdos y perros, que son criados en una de sus instalaciones.
Tiene un historial de infracciones a la AWA. En 2013, inspectores federales hallaron que varios perros no habían recibido el tratamiento necesario para infecciones dentales. Un perro y 54 monos estaban en jaulas estrechas, los perros no podían ejercitarse y 43 monos no tenían un posadero requerido en sus jaulas. Además, 90 monos fueron agrupados en el mismo cuarto, violando el requisito de mantenerlos separados.