El Relato en Primera Persona del Investigador de PETA Dentro de un Enorme Criadero de Gallinas
Un investigador encubierto de PETA trabajó en un criadero operado por una compañía líder de pollo (proveedora de McDonald’s, KFC, Burger King y otras importantes cadenas de comida rápida) y encontró que las aves, cuyas partes se venden como nuggets y tenders no son las únicas que sufren y mueren en esta industria. Pero no confíes en nuestra palabra: lee aquí el desgarrador relato en primera persona del investigador.
Mientras trabajaba en un enorme criadero de gallinas, ayudé a llevar casi medio millón de huevos por día desde las salas de incubación a los armarios oscuros donde los polluelos saldrían del cascarón antes de ser transportados en camiones para ser criados y asesinados por su carne. Antes de tomar este trabajo, conocía algunas de las cifras aterradoras relacionadas con las gallinas criadas para carne y huevos: 66 mil millones asesinadas por año en el mundo, 9 mil millones tan solo en EE.UU. Pero como descubrí, muchas de las víctimas de la industria de la carne de pollo no se tienen en cuenta: son las que se caen de los huevos rotos y jadean sin aliento en el frío piso de concreto.
Embriones Aplastados, Arrojados, Pisoteados y Descartados
Una máquina que se usaba para manipular huevos fallaba todos los días. Los huevos se rompían con regularidad y luego simplemente se tiraban al suelo, para que los embriones expuestos no se interpusieran a los sensores de la máquina, o eran reiteradamente aplastados cuando los trabajadores ni se molestaban en sacarlos.
Traté de agarrar los huevos sueltos en la máquina antes de que fueran aplastados. A veces, no era lo suficientemente rápido. Recogí uno de estos huevos rotos y ahí estaba el embrión, pero su cabeza rodó sobre la mesa. Lo primero que pensé fue: “Al menos fue una muerte rápida”.
Pero otros no morían tan rápido. Se retorcían y sacudían, inmovilizados por la máquina, aplastados bajo sus ruedas o pisados por los trabajadores. Primero estaban acurrucados, cálidos y seguros dentro de una cáscara de huevo y después estaban en el suelo, debajo del taco de una bota, o ahogándose en un cubo de desechos de huevos podridos y con restos pútridos de sus hermanos.
Podía oír que algunos de los embriones desechados todavía piaban mientras otros estaban apilados sobre ellos. Los que no morían allí eran posteriormente triturados en una maceradora. Un trabajador bromeó diciendo que la sala parecía la “escena de un asesinato” por la sangre derramada de los embriones desechados.
El ‘Trabajo más Fácil’ es el más Cruel
A veces, los polluelos nacían antes de tiempo. Un trabajador me dijo que dejara que uno de estos polluelos se “deshidratara” y muriera, en lugar de simplemente llevar al ave diminuta a otro lugar que quedaba a corta distancia dentro de la instalación para que estuviera con otros polluelos. Otro trabajador dijo que “salvaría” al polluelo para que “se convirtiera en un nugget de pollo”.
La mayoría de los polluelos permanecían a salvo dentro de sus cascarones hasta el día esperado del nacimiento, sin saber lo que sucedería después. Los pollitos recién nacidos eran arrojados sobre cintas transportadoras. Los heridos y no deseados eran arrojados a un lado para ser gaseados más tarde con dióxido de carbono (una experiencia lenta y agonizante) y luego eran triturados en la maceradora.
Las gallinas casi no están amparadas por la ley. Nada impide que los polluelos no deseados sean gaseados o triturados. Un trabajador dijo que matar polluelos era “el trabajo más fácil”, pero yo seguía pensando que, en sus momentos finales, dolorosos y aterradores, deben ver a los humanos como monstruos gigantes, crueles e insensibles.
Los sobrevivientes de este criadero eran transportados en camiones para ser criados en cobertizos abarrotados y sucios. Permanecerán allí hasta que los arrojen dentro de cajas de metal, los transporten a los mataderos bajo todos los climas extremos, los cuelguen boca abajo de los pies y los desangren por el cuello, solo para que podamos consumir su carne en forma de “nuggets” y “tenders”.
Gallinas: Inteligentes y Valientes
He visto el ingenio de las gallinas y su determinación de proteger a sus familias. Cuando trabajé en una granja industrial, las gallinas asediadas se peleaban cuando tratábamos de quitarles los huevos. Las gallinas silvestres han sido más listas que yo, e incluso me han robado la comida.
Pero estos inteligentes y valientes pollos no pueden cambiar su propio destino. En cualquier momento en que sus vidas sean interrumpidas, antes de nacer o cuando son asesinados, solo unas semanas después, su sufrimiento es nuestra responsabilidad.
Si crees que eres apto para realizar investigaciones encubiertas y exponer sufrimiento como este, a mi equipo le gustaría que lo contactes. Haz clic aquí para compartir un mensaje conmigo.
¡Las Gallinas Necesitan tu Ayuda!
Yo sé cómo cerrar las puertas de una granja industrial, pero tú y yo sabemos cómo podemos abrirlas y liberar a las gallinas para siempre: por favor, toma la decisión compasiva de hacerte vegano ahora.
Lo mejor que puedes hacer por las gallinas es no comerlas. Los congeladores de las tiendas de comestibles rebosan de deliciosos nuggets, “alitas”, tiras y bocadillos veganos; nunca ha sido más fácil dejar las comidas de origen animal.